miércoles, 2 de noviembre de 2011

idoloscaidos

Al principio no se ve nada. Se ve un
conjunto de cosas, pero no se ve nada, o
más bien, vemos como todo el mundo. Lo
que hace falta es una larga reflexión
meditativa, con el lapicero en la mano. Y al
cabo de un cierto tiempo nos damos cuenta
de que las cosas comienzan a tener otra
verdad. La realidad aparece mucho más
compleja y mucho más verdadera. Eso
exige mucho tiempo.
El descubrimiento de la realidad no tiene
nada que ver con lo que se ve a priori o con
lo que se piensa a priori de una cosa. No es
un marco, una rejilla que se superpone
sobre la naturaleza: es una larga
acumulación de trabajo.
Edouard Pignon, La quête de la réalité.